No me recuerdo jugando de doctora ni bailarina, aunque estuviera vestida con cualquiera de los disfraces que mami me compraba, siempre estaba cargando una muñeca conmigo. Mis muñecas... importantes en mi niñez, ahora mis hijos, mi mayor razón de vivir, en mi vida adulta. Tener tantos hijos no ha sido una tarea fácil, pero me no me perdería ni un sólo momento de todo lo que me hicieron vivir, las veces que me hicieron reír, llorar, las veces que con preocupación oré por ellos, todo valió la pena, no podría concebir mi vida de otra manera.
Y veo esta foto y lloro, no puedo más que darle gracias a Dios porque bendijo mi vida con estas maravillosas hijas, con un hijo que es mi orgullo y ahora mis nietos, creo que a el Señor le gusta que juegue a las muñecas.
Y veo esta foto y lloro, no puedo más que darle gracias a Dios porque bendijo mi vida con estas maravillosas hijas, con un hijo que es mi orgullo y ahora mis nietos, creo que a el Señor le gusta que juegue a las muñecas.
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