martes, 15 de mayo de 2012

¡OYE, DESPIERTA Y VIVE!

Hay días en los que quisieras, quedarte en casa "viendo las maripositas de colores" como decía mi mamá cuando se nos hacía tarde para ir al colegio. Días en que no sientes deseos de hacer nada. Cuando Pepe o yo estamos en un día de esos, nos decimos ¡Oye, despierta y vive! Y eso es suficiente para que cambie nuestro ánimo.
Foto tomada del perfil de Lissi Grullón
Hay momentos en que te gana la tristeza, preocupación, aburrimiento, desgano... Pero hay que ganarle esa batalla al desánimo, tenemos que pensar que cada día nos traerá algo mejor, interesante, divertido, nuevos retos. No hay dos días iguales, siempre hay cambios, pequeños o grandes, no importa mucho, lo que si importa y mucho, es no darnos cuenta de esos cambios, cuando no nos fijamos en las cosas que se atraviesan en nuestro camino y podrían cambiar para siempre nuestra vida o cuando no notamos las cosas simples que nos alegran el día, los juegos de un niño, un paisaje, ver a otros riendo, contemplar la luna, oír el ruido del mar, jugar, mantener una plática amena, disfrutar una buena comida, saborear un buen vino, bailar, leer algo interesante, oír la música que te hace vibrar, hay tantas formas de sentir la vida a tu alrededor, y sólo eso es razón de celebrar, de alegrarnos.

 Hay momentos de lucidez para pensar en lo que podría solucionar nuestros problemas, pero pensar todo el tiempo en ellos sólo te desanimaría, y pensar todo el tiempo en "maripositas de colores" te podría traer muchas más preocupaciones. Un versículo de la Biblia dice que "hay un tiempo para todo" y para mí siempre ha significado mucho tener un tiempo para todo, tiempo de descanso, trabajo, risa, llanto etc... No te puedes pasar la vida haciendo sólo una de estas cosas, porque tu vida perdería su sentido, su propósito y caerías en el desánimo. 

Vive cada segundo lo que el segundo te depare, pero vívelo con ganas, coraje, gozo, intensidad, paciencia, pinta cada segundo de tu vida con el color que te pida, cambia lo que te requiera pero no los vivas todos iguales. ¡Oye, despierta y vive!

1 comentario:

  1. Vivir cada día es un privilego, para mi es un priveligio que no tiene precio al enfrentar enfermedades donde en algunas ocasiones estuve a punto de morir , un solo suspiro mio me hace sentir viva y me hace querer saber mas , sentir más curiosidad, el querer estar siempre en el presente más no el pasado, en querer siempre a volver a empezar, en querer siempre aprender para cambiar mi vida y lograr alcanzar mi paz y para que aquella paz entre no solo en mi sino que sea parte de mi hogar, de mi vida. Recordando siempre que cada día puedo ser infinitamente feliz amandome a mi mismo y amando a mi familia.

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