¿BUSCAS ALGO MEJOR EN TU VIDA?

Muchas veces en nuestra vida nos enfrentamos con la necesidad de hacer un cambio, todos nos lo sugieren y muy dentro de nosotros estamos absolutamente convencidos de que sería la solución de nuestros problemas, pero nos es imposible hacerlo.

Y me pregunto ¿Que ataduras nos pueden aprisionar tan fuertemente que nos impidan lograr lo que nos haría la vida mucho mejor?

Cuando era pequeña tuve una amiga algo mayor que yo, a la que admiraba, a pesar de sus cortos años, ella decidía a que hora entraba, a que hora se bañaba, a que hora se levantaba, la dejaban jugar pelota con los varones en la calle, en fin, ella era mi heroína, la dejaban hacer todo lo que quería y se burlaba de mi cuando me llamaban para merendar, bañarme, hacer mis tareas del colegio. Ella no respetaba las reglas establecidas y sembró en mí una semillita de rebeldía que aún quiere sublevarse dentro de mí, cada vez que alguien me dice un "yo creo que te urge hacer..." No lo puedo evitar, en ese momento mi boca empieza a dar excusas, razones o a culpar a alguien y aunque sé que nada de esto es válido y que el rumbo que tomó la vida de mi amiga no fue el mejor, no consigo controlar la rebeldía que se opone a un buen cambio para mí y me quedo dando vueltas en el mismo círculo vicioso, estacionada en el mismo o peor lugar.

Las excusas son el enemigo principal de lograr un cambio en nuestras vidas. La rebeldía nos quiere sacar del apuro buscando razones o culpando a otros. La culpabilidad nos mantiene atados. Para poder cambiar necesitamos reconocer y actuar.

• Culpar a otros de lo que hacemos mal, es el escape más fácil y villano, que utilizamos para justificarnos. Yo soy adicto porque mis padres... Yo soy alcóholico porque mi esposa... Etc., etc.
• Mentir, haciendo creer a otros que estás cambiando, es salir por la puerta que más daño te hará. La hipocresía es un barniz, que a la larga solo a nosotros engaña y provoca el repudio y abandono de los que se sienten traicionados. 
• Hacerse la víctima, es una recopilacion de todo lo anterior además de una negación de antemano al cambio. 
• Muchas veces nos resistimos a cambiar en algo que nos mejoraría por completo la vida, para saldar una cuenta o pagar una culpa, es una forma de castigarnos a nosotros mismos, porque  creemos no merecer algo mejor.

Enfrentemos el cambio no porque alguien, la sociedad o nuestra autoridad nos diga que lo debemos hacer, hagámoslo sabiendo que nos hará bien. No luchemos en contra de nosotros mismos, por el contrario busquemos ayuda para que sea mucho más fácil lograr un cambio efectivo. 

!Cambiemos lo que tengamos que cambiar, mejoremos lo que aún se pueda mejorar, aprovechemos las oportunidades que Dios aún nos brinda!