Yo creo que todo lo que contribuya a hacer tu vida menos complicada es bueno, siempre y cuando el cambio a que te sometas no destruya, poco a poco, los pilares que sostuvieron tu vida en pie.
Podemos usar la moda para nuestro beneficio pero nunca dejemos que la moda nos use a nosotros al punto de destruír nuestra personalidad e identidad. Hay mujeres que su elegancia traspasó la barrera del tiempo, fueron tan clásicas en su forma de vestir, que lo que usaron cuarenta años antes, estuvo de moda entonces y podría estar de moda hoy, con muy pequeños cambios, ellas usaron la moda a su favor, no fueron sus víctimas.
Es ahí donde veo la similitud de la moda y la forma en que debemos conducir nuestras vidas, es importante que el mensaje que llevemos a los demás tenga la frescura del hoy que vivimos, con la tradición y valores de el ayer que nos fue enseñado, que en una foto que nos tomaron hace muchos años, continúen intactas las huellas de nuestra inocencia y dignidad.
Ojalá pudiéramos con cambios muy pequeños, que se adapten a este mundo moderno mantener nuestros valores intactos. Si pudiéramos sacar provecho a la vida moderna sin que se hagan añicos nuestros principios... Si pudiéramos vivir sin complicarnos, queriendo experimentar cosas “nuevas” que son tan antiguas como la vida misma... Si hiciéramos sólo los cambios que nos mantengan al día sin comprometer lo que debe perdurar siempre.
Entendamos muy bien la línea divisoria entre lo sublime y lo ridículo, ser libre y abusar de la libertad, porque igual en el vestuario como en tu vida, cualquier exceso te perjudicará.
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