La mujer casada que no trabaja y tiene hijos
Es un privilegio que la vida te brinda, tener el tiempo para gozarte a tus hijos, tu casa, tus amigas, tu familia, pero también tienes que saber manejar tu tiempo. Cuando tus obligaciones son sólo supervisadas por ti misma te puedes dar “ciertos lujos” pero si tienes más lujos que obligaciones tu familia podría salir perjudicada.En Latinoamérica, es común todavía contar con la ayuda de empleados que te ayudan en casa, esto, sumado a la ventaja de no tener que trabajar fuera y los niños en el colegio, podría convertir tu vida en una “vacación” de tiempo completo, PELIGRO. Las vacaciones son buenas por períodos cortos, pero si vives de vacaciones, el privilegio que hoy gozas, se puede convertir en el futuro, en tu peor pesadilla.
Administrar nuestro tiempo cuando no tenemos mucho, es más fácil que hacerlo cuando nos sobra. Para lograr manejar el tiempo que te sobra tienes que ser muy disciplinada contigo misma, es tan rico perderlo con las amigas, y no te digo que no puedas darte esos lujitos de vez en cuando, pero debes estar muy consciente de tus PRIORIDADES
- tu vida espiritual
- tus hijos
- tu esposo
- tu hogar
- tu yo
- tu mundo externo
1- Vida espiritual
Debes mantener una vida espiritual activa que te abra una perspectiva diferente de ver las cosas, que llene tu vacío interior, que te dé la fuerza de enfrentar la vida, sólo Dios puede hacer ésto y además llenar tu vida para que tengas algo sólido que dar a los tuyos y a los demás.
2- Tus hijos
Ellos dependen de tí y serán el día de mañana, lo que tu logres de ellos hoy. El tiempo de sembrar en nuestros hijos es muy corto, no desaproveches el regalo de poder hacerlo, no dejes que sean otras personas quienes lo hagan, mucho menos empleadas que no están capacitadas para disciplinar de la forma correcta, que además tienen costumbres muy diferentes a las tuyas, no permitas que pasen más tiempo con ellas que contigo. Tus hijos te necesitan hoy y en el futuro, serás tú quien necesite de ellos.
3- Tu esposo
Muchas veces creemos, equivocadamente, que lo que hoy tenemos lo hemos obtenido para siempre, CUIDADO, no menosprecies lo que hoy tienes, el amor de tu esposo. Dale gracias a Dios por ese amor, cultívalo, aliméntalo, que cada día tu esposo se sienta más seguro de que al hacerte su esposa hizo la mejor elección, haz su vida plena para que en reciprocidad el llene la tuya, no le hagas pensar que sólo lo usas para hacer realidad tus deseos y vanidades. El hombre necesita a su lado una mujer tan mujer, como él sea hombre, tan profunda, como la necesidad que tenga de sumergirse en ella, tan suceptible a sus necesidades, como sea él para proveerlas, tan confiable como lo que él le ha confiado, tan digna como la dignidad que le profiera.
4- Tu hogar
Tu refugio y el de tu familia. Cuando alguien llega a tu casa, sin investigar mucho te puede conocer muy profundamente. Tu casa revela quién eres, tus estados de ánimo, tu gusto, tu cuna, tus intereses, tu educación, tu posición económica, tu vida en general. Puedes esconder quién eres de muchos, pero no tu casa, la pueden decorar profesionales, pero siempre habrá algo que hable de ti. Y lo que esa casa diga hoy, es lo que tus hijos y esposo reciben de ti, y cuanto más deseen estar o no en ella te hará saber cuan necesaria o no eres en sus vidas.
5- Tu yo
Todos necesitamos un tiempo para nosotros, ese tiempo que usamos para relajarnos, leer, hacer ejercicios, descansar, ir al salón de belleza, reunirnos con las amigas, hacer lo que necesitas para lucir y sentirte mejor, aprovéchalo. Siempre saca lo mejor de cada minuto que inviertas en tí. Recibir nuevas fuerzas será bueno para ti y tu familia.
6- Tu mundo exterior
Es bueno proyectarte al mundo para que otros se beneficien de cualquier talento que Dios depositó en tí. Siempre entendí esto y disfruté mucho guiar a mis hijos en encontrar esos talentos que llevamos dentro para proyectar a otros, no creo que Dios no te diera ninguno, busca dentro de ti algo que lucha por salir. Siempre dije a mis hijos que en lo que nos gozamos haciendo y compartiendo con otros ese es el talento al que necesitas dar vida. Tengo una hija que pinta, yo recuerdo sus primeros cuadros y su frustración, pero el gusto de hacerlo fue dando vida a la artista que hay en ella y que hoy se proyecta. Busca tu identidad y dale vida a algo que quiere nacer de tí, que el mundo y tú necesitan.
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