El cambio es grande y muchas veces doloroso, hemos experimentado la pérdida de seres queridos y tambien de nuestra salud y vigor, quisiéramos volar, correr, continuar perseguiendo hijos y también ilusiones, pero los hijos crecieron y ya no son tantas nuestras ilusiones, lo único de nosotros que aún puede volar es nuestra imaginación. Muchas vivimos soledad y depresión, pero la forma de enfrentar nuestra realidad, hará una gran diferencia.
1- Optimismo
Por muchos años hemos tenido dos amigos que apreciamos mucho y por esas coincidencias, sus vidas han sido bastante similares, uno de ellos la enfrenta con optimismo y buen humor, en cambio el otro es el pesimismo en persona. Esto no cambia sus circunstancias pero sí, su aspecto, salud y deseos de vivir.2- Manejo del tiempo
El tiempo nos sobra, ya no hay mucho que podamos hacer, pero... ¡Hagamos algo! Pensemos en lo que nos llama la atención hacer, hay muchas cosas que dejamos "engavetadas"... ¡Abramos las gavetas! Saquemos los pinceles, las agujas, la pluma, la computadora, deleitémonos en un buen libro, en la música que nos agrade, compartamos salidas a diferentes lugares con nuestro esposo, miremos juntos una buena serie de televisión o una película y si ya tu esposo no está contigo, busca una amiga que como tú, necesite compañía. No dejemos de crear una vida interesante para nosotras que nos anime cada día, a seguir viviendo.LO QUE NO DEBEMOS HACER
1-Aferrarnos a los hijos
No podemos esperar ser parte de la vida de nuestros hijos todo el tiempo, no podemos aferrarnos a ellos como para revivir la vida que se nos escapa. Mi mamá fué un gran ejemplo para mí en este aspecto, nunca exigió ni reclamó una visita, por eso mismo, siempre todos quisimos estar a su lado. Manipular a los hijos para verlos los mantendrá alejados de ti.2- Quejarnos
Es horrible convivir con personas que viven quejándose de todo cuánto sucede y de lo que no sucede también, yo le huyo a las personas así, viven en "blanco y negro" cuando es tan lindo vivir a “colores". Vivir con pesimismo atraerá el mal que tememos y, ni siquiera por lástima, querrá nadie vivir al lado de alguien así.3-Buscar salidas equivocadas
Las cosas que hemos vivido nos pueden hacer creer, equivocadamente, que somos infalibles, que a nadie le importamos o que a nadie le importa lo que hagamos con nuestra vida. Esto, así como la soledad, nos empuja a escaparnos por puertas falsas, como adicciones. Es increíble la cantidad de mujeres que a nuestra edad se convierten en alcohólicas o drogadictas o compradoras compulsivas, o se entretienen inmiscuyéndose en la vida de otros, etc... Estas cosas en lugar de aliviar nuestras penas las hará peores. Algo que en nuestros días es muy común es, comprar el amor o compañía de hombres más jóvenes, siempre me pareció ridículo que los hombres hicieran esto, pero las mujeres al hacerlo, quedamos mucho peor paradas.Gocémonos del tiempo que nos sobra, contemos a nuestros nietos las historias que hemos vivido, experiencias, demos gracias a Dios por lo que aún tenemos por las cosas que hemos logrado, por el amor de nuestra familia, ayudemos a otros con nuestras experiencias, tratemos de sacarle jugo a lo que nos queda por vivir
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